Los dos equipos tienen objetivos diferentes basados en principios físicos distintos:
- Aspirador: trabaja con una alta depresión (fuerza de succión) y un caudal de aire más bajo. Está diseñado para levantar y transportar materiales (sólidos, líquidos, polvos) desde una superficie a través de un tubo. Es principalmente una herramienta de limpieza y recogida.
- Colector de polvo: trabaja con un caudal de aire alto y una depresión menor. Su objetivo es capturar grandes volúmenes de polvo fino y ligero suspendido en el aire, normalmente aspirando directamente de una máquina (p. ej., una lijadora) para purificar el aire del entorno.